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APÓCRIFOS

Lo apócrifo, es lo no autorizado, lo que no aparece como auténtico. Así pues, recordemos que al expresidente mexicano Vicente Fox, se le criticó mucho que exclamara en uno de sus arrebatos de erudición: “Como dijo El Quijote: los perros ladran porque vamos cabalgando” Los que saben de literatura enseguida lo corrigieron y hasta lo regañaron. En ninguna parte del libro, El Quijote dijo tales palabras. Esta son expresiones populares que nada tienen que ver con la obra de Cervantes.

Pero el uso de expresiones apócrifas siempre ha sido muy socorrido. Siempre escuché de niño de personas que “esperan el bien de Dios envuelto en una tortilla”, que se sientan bajo el ancho cielo esperando les caiga en la mano la ayuda de Dios. Pero no, Dios dijo: “ayúdate, que yo te ayudaré” ¿En qué parte de la Biblia Dios pronunció estas palabras? En ninguna… era un dicho popular en otro tiempo y que se aplicaba muy bien a los flojos hace cincuenta años. Bien dijo el cantante Napoleón en su canción: “del cielo nada te caerá…”

Nadie que quiera la ayuda de Dios se ha de sentar a esperarla en una banca de la plaza, no… Un consejo muy sabio nos decía por boca de nuestros mayores: “A Dios rogando, y con el mazo dando…”

Esto nos recuerda el religioso que quedó atrapado por una inundación sobre el techo de su casa. La corriente rugía a su alrededor y su mujer y su hijo lloraban aterrados ante la posibilidad que se derrumbara la construcción de madera. El religioso decía:
_No teman Dios nos salvará…

Llegó una lancha para salvarlos y la mujer saltó inmediatamente a cubierta con el niño en brazos. El Pastor no quiso aceptar la ayuda humana y dijo con gran autoridad:

_Váyanse. Dios me salvará…

Llegó un helicóptero a su salvamento pero él rehusó subirse. Con los brazos cruzados y gran convicción les pidió que se fueran. Dios lo salvaría...

La corriente cubrió la casa y se derrumbó con gran estruendo. El Pastor se perdió en las aguas embravecidas y de pronto se vio ante Dios.

Lleno de curiosidad le preguntó al Supremo porqué le había fallado, porqué no lo salvó.

Dios le contestó paciente:

_Yo te envié una lancha y un helicóptero… Eres tú quien no se quiso salvar…

Esto nos recuerda un dicho de nuestros abuelos que decían muy sabiamente: “Dios da. Pero no arrempuja…”

Y usted… ¿Espera el bien de Dios envuelto en una tortilla?

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