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DOS AGUJAS...

El hilo y la aguja han sido usados como motivo de inspiración en los dichos y refranes populares.

Muchas veces somos testigos de cómo se atacan y se hacen pedazos las personas conflictivas; en esto, siempre los más débiles salen perdiendo por no tener capacidad para responder, para defenderse; mas cuando dos personas son iguales de peligrosas, de venenosas, generalmente calla una frente a otra y se ha dicho que no se atacan porque perro no come perro, porque el diablo sabe a quién se le aparece, que no hay borracho que trague lumbre; pero también se ha dicho que lo que sucede, es que dos agujas, no se pueden picar.

Cuando alguien trata de motivarte para hablar mal de una persona, para saber qué piensas de otros; el refrán define esta situación como quien dice mentiras para sacar verdades; se dice también que meten aguja para sacar hilo.

Muchas veces la sabiduría se ha definido con bonitas figuras y comparaciones; quién no ha escuchado que más sabe el Diablo por viejo..., que cuando tú vas, yo ya vengo…, que cuando vayas por la leche, yo ya vengo con los quesos…, que el que no escucha consejo no podrá llegar a viejo. Pero cuando se cuestiona la utilidad de lo que la experiencia dice, llega aquél refrán que reza: la aguja sabe lo que cose; y el dedal sabe lo que empuja.

Seguir el hilo de la historia, perder el hilo de una conversación, estar con la vida colgando de un hilo, hablar con un hilo de voz, buscar una aguja en un pajar, que es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico por la puerta del Cielo; en fin, tantas y tantas citas que se hacen del hilo y la aguja tan solo para lograr las figuras que puedan hacer entender lo que deseamos decir.

Y a usted... ¿le han metido aguja para sacarle hilo...?

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