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CREENCIAS ACERCA DE LA ESCOBA

En la antigüedad hubo muchas supersticiones acerca de la escoba. En Europa, las escobas eran hechas de retama, y a esta planta se le daban propiedades mágicas y sexuales; por eso se decía que si una doncella jugaba montada arriba de una escoba podía quedar embarazada.

Si una mujer, barriendo, chocaba con un hombre, éste podía quedar estéril, a menos que le quitara le escoba y le pegara con el mango siete veces a la mujer.

Se decía que barrer la superficie de una mesa, dejar la escoba sobre ella, dejarla tendida en el suelo, o que al pasar, cayera frente a nosotros la escoba que estaba recargada en la pared era de mala suerte.

Era de mucho riesgo recargar una escoba en la cama, pues a quien durmiera en ella, se le ponía a merced de las brujas; pues se les relacionó mucho con las escobas.

Cuando se tuviera la sospecha que una bruja entraba en casa, debía ponerse recargada a un lado de la chimenea, una escoba; esto hacía que la bruja saliera con ella volando. Esta creencia se platica todavía en nuestros pueblos; pues como protección contra las brujas, se deja una escoba recargada en la pared tras la puerta.

No se debe llevar una escoba vieja a una nueva casa; la escoba vieja debe quedar en la casa vieja.

No se consideraba bueno comprar una escoba en Navidad ni en mayo, mes relacionado con la Muerte. Perder una escoba en el mar era de muy mal agüero. Si se soltaba el palo de las espigas, era de mala suerte; tanto, que si le sucedía a una sirvienta, no cobraba su semana de trabajo. Si se es jugador, se debe lanzar al aire una escoba al salir de casa; así tendrá una buena racha en el juego. Si se sale a vender un animal de cuatro patas, se debe lanzar al aire una escoba, así se venderá con más facilidad y evitará el mal de ojo sobre el animal.

No se debe barrer una casa de noche; y menos de dentro hacia fuera, pues está lanzando a la calle la buena suerte.

Si, sin querer, se le pasa la escoba a alguien por un zapato, se dice que no podrá casarse con una doncella. Si la escoba se deja recargada en cualquier rincón, llegará de visita un extraño. Si se le pega a un niño con una escoba verde, se dice que no crecerá.

Supersticiones ancestrales que han llegado hasta nuestro tiempo. Creencias arraigadas en el alma de los pueblos, para comentar con ustedes en nuestro programa donde damos fe del espíritu de una nación.

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