La música es fundamental para manifestar las alegrías de un pueblo; y es en la música donde se han dado muchos dichos y refranes populares.
Cuando alguien sufre mucho para echar a andar alguna empresa, cuando alguien batalla y no puede organizar ninguna labor que se proponga; sea la organización de un centro de trabajo o de administración pública, se alegra cuando llega alguien con experiencia a organizar la misión perdida. Entonces, el pueblo da paso a la sabiduría y exclama entusiasmado: “Ora’ sí, violín de rancho, ya te agarró un profesor”
Cuando los alegres parranderos se reúnen con las guitarras en la mano y retrasan mucho las interpretaciones ocupados en la bebida, la ineludible ida al baño, y el ocupar los minutos en el cigarrito; no falta que un espectador se desespere y exclame con decepción: “Están como los músicos de rancho que en tomar, fumar e ir al baño se les va el baile y nunca tocan”
El músico se defiende de aquellos que no lo dejan ni tomar un respiro pidiéndole canción tras canción, y responde: “¡Espérate…, si no soy sinfonola!”
Cuando alguien se da cuenta que el vecino está acosando, pretendiendo a su pareja, ya sea su esposa o su novia, inmediatamente se enoja al tan solo pensar que alguien le “esté pedaleando su bicicleta” así que le reclama inmediatamente que no le ande “echando veintes a su sinfonola…”
Hay veces que los alegres parranderos no se ponen de acuerdo en nada porque mientras unos jalan al bolero, otros tiran al corrido, otros les da por lo ranchero, no está demás algún cumbiambero, y tampoco falta el inspirado que ha de querer oír la balada o hasta la canción en otro idioma. Decididamente, “en gustos, se rompen géneros”, pero para no tener que romper otras cosas, no falta el sabio salomónico que calme las discusiones predicando la tolerancia con el dicho aquél que reza: “Cada quién su música…”
Muchas veces, para definir al flojo, al que no le gusta trabajar, se dice de él que “toca el piano al revés”.
Cuando alguien no cobra o no le pagaron por sus servicios, se dice que todo lo hizo “de violín”…, que bien dicen los viejitos “música pagada, hace mal son”
Y finalizamos con aquél dicho que nos describe a alguien que por su ignorancia no es aceptado en sociedad porque es un “hombre bajado del cerro a tamborazos”
Y usted… ¿sabe lo que quiere decir aquello de que “no la baila sin huarache”o aquello de que “cuando le entra a la danza es que ya lleva la sonaja?”
Norestense fue desarrollado en Drupal