Ed., Ayuntamiento de Lampazos – Preparatoria 24, UANL, 1998
Cuando parecía que ya no había más que publicar sobre Anahuac, Rafael Olivares recibió del alcalde de Lampazos de Naranjo, Dr. Eusebio González Quiroga, la invitación a escribir las leyendas de Lampazos, que en 1998 cumpliría el Tricentenario de su Fundación.
En semanales visitas al poblado, se dieron poco a poco los contactos con los viejos testigos del tiempo y su acontecer, y surgieron los recuerdos de historias de cuarta generación que se remontaron hasta principios del Siglo XIX. Por las remembranzas de los ancianos, saltaron a estas páginas personajes históricos y batallas que asolaron la población. Ante el autor y sus informantes, desfilaron bizarros revolucionarios e indios de guerra, así como historias de amor que podemos catalogar como las más bellas leyendas de todo Nuevo León.
Asomamos al heroísmo de personajes, anónimos para la historia oficial, cuando Benito García Sánchez se lanzó con sable al viento contra las fuerzas revolucionarias invasoras de Pablo González, y el desafío de los voluntarios que marcharon dispuestos a enfrentar al gringo. Historias románticas arrancaron una lágrima en los lectores al asomar a estas páginas y descubrir una historia de amor y la muerte de una reyna. Los indios arrastran su tragedia en la triste historia de Liberata, Zesnacané y la fuga de Juan Cisneros. La sangre derramada en súbitas tragedias que dejaron tristes recuerdos con la muerte de Juanita Chavana, Francisco Sarabia, El paso de los padres y Nadie lave esta sangre.
Por estas páginas, desfilan hombres legendarios por una bravura digna de mejor causa, en historias que nos relatan la muerte de Pancho González y los amigos que terminaron su relación en un mutuo asesinato. “Lampazos, 300 años de leyenda y tradición” es una bella obra de la literatura regional que no debería faltar en ningún hogar de Nuevo León.
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