Padre viento y otros cuentos

Ed., Preparatoria 24, UANL, 1999

Ciertamente que las habilidades empíricas como escritor de Rafael Olivares Ballesteros, se habían volcado solamente en la leyenda, una trama ya hecha que no demanda más trabajo que una correcta redacción para su presentación en un libro. Suena sencillo; no lo es. En el año de 1999, siempre trabajando con sus alumnos del Taller de Creación Literaria, se trabajó en un proyecto más; una obra colectiva llamada “Padre Viento y otros cuentos” donde el autor comparte espacios con sus alumnos que destilan efluvios líricos, tan propios del adolescente, tanto en prosa como en poesía.

Rafael Olivares lleva a las páginas de “Padre Viento y otros cuentos” sus cuentos publicados previamente en “El Volantín”, suplemento cultural dominical del Diario de Monterrey, y otros inéditos. Por las páginas de esta obra colectiva asomamos a vidas en conflicto o en franca tragedia. Recorremos páginas dedicadas la muerte en una crónica familiar, a un romance platónico con una mujer enferma, se entona un canto para Adelina y el canto de un prisionero. Hay rincones de soledad, de protesta por una sociedad que nos duele, recuerdos de mujeres hermosas que dejaron huella en nuestra vida y terminamos diciendo adiós a la infancia.

Los alumnos elevan su prosa y poesía a la madre, a la tierra, a la felicidad, al amor, a la cotidianidad campesina recomendando que no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy; y desde una ventana de recuerdos olvidados, miran con tristeza el depósito sobre la lápida de unas rosas rojas para Kate.

Hablando imparcialmente, podríamos decir que Padre viento es un buen muestrario de las limitaciones e influencias literarias que padece un escritor aficionado –incluyendo a Rafael Olivares-; pero también es un ejemplo de cómo es posible abrir caminos nuevos para andarlos junto a nuestra juventud, tan necesitada de sanos estímulos de vida.