No hay mejor pronóstico del clima que los juanetes del abuelo o la reuma de la abuela; los huesos con antiguas fracturas o los espolones en los talones de los viejos. Todos estos achaques resurgen y se manifiestan en latidos dolorosos cada vez que viene el frío o la lluvia; pero en los medios rurales se observa también las reacciones de los animales domésticos y de corral para predecir todo cambio que se acerca tanto en el clima como el medio ambiente en general.
TERREMOTO
En los pueblos rurales asentados en zonas sísmicas, son los animales los mejores sensores del temblor que viene. Los caballos y asnos se inquietan asustados, los gallos lanzan al viento su voz de alarma, las gallinas cacaraquean alarmadas y se trepan a los árboles y palos como si fuera hora de dormir, los perros aúllan y corren nerviosos, todas estas son avisos de que están sintiendo en el ambiente y el suelo las primeras señales y vibraciones de un temblor, señales imperceptibles para el ser humano. Cuando el hombre de campo advierte todos estos avisos, toma también las providencias necesarias para prevenir desgracias.
EL CANTO DEL GALLO
El canto del gallo es común escucharlo en horas del amanecer y a la caída del sol; pero cuando éste canta a deshoras de la noche o del día, es que en su cuerpo está sintiendo que se acerca un cambio de clima y lo anuncia a los cuatro vientos como una voz de alarma. Su canto no suena bravío y retador; más bien, suena largo y melancólico. Así que si son días nublados, anuncia que ya viene el sol; si son días soleados, anuncia que ya vienen las nubes; si hace frío, nos avisa que viene el calor y viceversa.
EL REBUZNO
El burro tiene un horario fijo para lanzar al viento su rebuzno; y cuando emite su sonoro canto, de los cuatro puntos cardinales un ejército de burros le contesta a coro en simpática sinfonía que sólo en los pueblos donde abunda este útil animalito todavía podemos atestiguar. Pero hay veces que el rebuzno cambia su horario, se hace más frecuente, cambia su duración y emisiones; y si lo acompaña de un constante revocarse en la tierra como perrillo juguetón, es que se aproxima un cambio en el clima.
CAMBIO DE MADRIGUERA
La gata tiene su madriguera en el patio, en cualquier montón de leña. Ahí bien adentro, tiene protegidos a sus cachorros del ataque de cualquier enemigo natural como lo es el perro, la rata u otro depredador de sus indefensos críos. De pronto, a plena luz del día, los empieza a cargar uno a uno y los va llevando a otro lugar más guarecido. Esta es la señal inequívoca de que o va a llover o viene el frío.
LA CUCARACHA
En las noches de intenso calor como los que se padecen acá en el norte de México, de pronto las cucarachas enloquecen y vuelan por todas partes azotándose contra los vidrios de las ventanas como buscando desesperadamente entrar a la casa y se aglomeran por todas las rendijas que dan al interior empujándose unas a otras buscando refugio. Es señal de que la lluvia viene en camino.
LA MUDANZA DE LOS ANIMALES
Las hormigas más pequeñas también llamadas “mantequeras”, son las más sensibles receptoras de las señales de una próxima lluvia. Generalmente las hormigas salen en formación para abastecerse de alimentos y van y vienen buscando y acarreando la comida que encuentran en una rutina aprendida por tal vez millones de años de sobrevivencia. Pero cuando las vemos organizar el desalojo de un agujero y en perfecta formación van saliendo cargando sus larvas como una madre que amorosa protege la vida de su bebé, mientras los guías van delante y las hormigas soldados vigilan a los flancos de la fila volteando su gran cabeza a todos lados como protegiendo algo muy valioso, es señal de que la lluvia ya viene y la colonia entera busca guarecerse en lugares más elevados para prevenir la inundación de sus refugios.
LA SEQUÍA QUE VIENE...
No hay madre más amorosa que una pata o una gallina. Con gran cariño reciben cada crío que va rompiendo el cascarón y los pasea por todo el patio meneando con orgullo su cuerpo mientras los guía y los enseña a encontrar y reconocer el alimento ¡y pobre del que amenace la seguridad de sus crías! ¡van a conocer de lo que es capaz de enfrentar una madre por defender a sus hijos! Pero hay veces que, extrañamente, la pata va matando a picotazos cada polluelo que va asomando a la vida y eventualmente hasta el pato le ayuda.
Los campesinos, en lugar de castigar a palos a la “mala madre”, ven en este hecho el augurio de la sequía. La pata sabe que viene un año muy difícil y los va matando para evitarles todo el sufrimiento que viene.
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