La ofrenda a los muertos, es un reflejo fiel de las antiguas creencias nativas. Los antiguos habitantes del México Prehispánico y Colonial, creían que el alma del difunto hacía acto de presencia en la casa que había habitado en vida.
Por esta creencia, los familiares, para recibirlos dignamente, ponían en una mesa al alcance de ellos una serie de ofrendas que consistían principalmente de diferentes platillos; sobre todo comidas de que había gustado en vida
Algunos de los pueblos encienden fogatas en cada esquina de las calles para guiar a las almas por el camino seguro. Desde la calle se hacen caminos con pétalos amarillos de la flor de cempasúchitl, para conducir el alma hasta el altar que se ha hecho en su memoria.
También, en varias poblaciones, los familiares van a los panteones a depositar las ofrendas florales y a comer, como si fuese un día de campo, entre música, cantos y rezos; en otros, pasan la noche en vela en el panteón acompañando la tumba de su difunto en la creencia que están pasando una velada en su compañía.
El Altar de Muertos es una tradición viva que se sigue ofrendando en nuestro país y va cambiando de acuerdo a los diferentes estados. En los pueblos del Norte de México, se ha agregado una costumbre más: el intercambio de “Calaveras”, versitos chuscos en los que relatamos la muerte en broma de algún amigo, artista o funcionario público. He aquí algunos ejemplos:
FERNADO MORALES
Fernando Morales era
pal’ micrófono, fregón
pero hoy, quién lo creyera
ya lo llevan al panteón.
Los micrófonos callaron
en Cultura le lloraron
una corona compraron
y en su cruz se la colgaron.
¡De esas coronas no quiero!
gritó desde su agujero
¡tráiganme de las heladas
o mejor no dejen nada!
CARLOS ALBERTO
La Escuela de Concentración
registra gran pachangón
el panteón está desierto
y en su tumba llora Alberto
nadie al velorio asistió
nadie un ramito llevó.
A mi me causó congoja
que Alberto chupara de hoja
pero un diablejo pazguato
lo devolvió al Patronato
ANA ADELINA
Anita era bonita
(eso decía su papá)
pero la muerte maldita
se la llevó al Más Allá
La escuela muy compungida
llora triste su partida
sus niños aunque chiquitos
está llorosos, contritos
Anita, te amaron todos
pero te fuiste y ni modo
aquí yaces, y haces bien
ya descansas, yo también.
Algunas veces, cuando son dedicadas a damitas con las que no hay confianza alguna, la “Calavera” ha de ser de corte romántico:
RUTH DOMÍNGUEZ
Fue hermosa de cabeza a pies
pero se murió, ya ves
su recuerdo nos dejó
todo Anáhuac la lloró.
Fue tan bella nuestra Ruth
cual lucero de Beirut
que allá sobre el cielo azul
ha de ser ángel de luz
Enmudeció mi laúd
esperaré las estrellas
para bajar la más bella
y dejarla y en su ataúd.
A NORA ALICIA RAMOS
Fue su sonrisa un regalo
que mi alma recibió
fue su amistad un halago
que mi vida agradeció.
Hoy vestí de luto y llanto
y al camposanto triste me fui
mi inspiración y mi canto
esta mañana perdí.
Un sentido adiós a Nora
en letra de oro escribí
para mí ya no habrá aurora
con ella un poco morí.
La tradición del Altar de Muertos es diferente para cada región del país pero los elementos generales que lo componen son:
- Las flores son la bienvenida para el alma, la flor blanca representa el cielo; flor amarilla, la tierra y la morada el luto
- Cadenas de papel que significan la unión entre la vida y la muerte.
- Papel picado que da colorido y alegría de vivir.
- Velas que con sus llamas representan la ascensión del espíritu. También significan luz, guía del camino.
- Lienzo blanco y nuevo que representa la pureza, el cielo.
- El cirio representa el alma sola.
- Incienso de copal cuyo humo simboliza el paso de la vida a la muerte.
- Las frutas son la ofrenda que nos brinda la naturaleza. Generalmente son cañas de azúcar, naranjas, tejocotes y jícamas.
- Las calaveras de azúcar que son una costumbre indígena.
- El agua que da vida y energía para el camino.
- Los platillos con las que se trata de agradar el difunto
- Fotografía de la persona a quien se dedica el tributo.
- Un Cristo para que haya bendiciones.
- Una cruz de cal que simboliza los 4 puntos cardinales.
- Sal para que el cuerpo no se corrompa.
- Un camino desde la puerta de la entrada hasta el altar formado con flor de cempasúchil.
- Una vara para liberar al muerto del demonio y los malos espíritus.
- Objetos personales del difunto.
En esta tradición las personas velan durante la noche en la tumba esperando que el espíritu de su muerto baje y disfrute de su ofrenda.
Esta celebración es distinta en otros lugares, por ejemplo en Oaxaca se realizan alfombras enormes hechas de flores a lo largo de las calles principales que representan un verdadero trabajo artesanal de la gente, en otros lugares grupos étnicos realizan ritos como sus antepasados, para venerar a los a los que se nos han adelantado en el camino.
Todo el Norte de México desde hace muchos años se ha agregado a esta costumbre del Altar de Muertos como un intento por contrarrestar al extranjero Halloween. Agréguese usted también en la cruzada por salvar nuestras tradiciones de la desaparición total bajo el peso de las costumbres extranjeras.
Y usted: ¿Ya hizo su Calavera en verso?
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