Uno de los misterios más grandes que encontramos entre los dedicados a las artes ocultas es la Clarividencia; que como su nombre lo indica, es tener la virtud de ver con claridad cosas que no están al alcance de los comunes: el pasado, el presente y el futuro. El clarividente o vidente, es alguien que tiene la capacidad para ver lo que está sucediendo, lo que sucedió o va a suceder en el tiempo o en el espacio de las personas.
Una forma de clarividencia es la Oniromancia, premonición que puede darse a manera de sueños. Siempre se ha preguntado el ser humano cual es el significado de sus sueños; y desde el bíblico Josué, el soñador que le descifraba los ensueños al Faraón, se han dado miles de videntes que aseguran tener la explicación a los sueños más inquietantes; hasta se han publicado libros para descifrar el mensaje oculto de los sueños. Otra forma de premonición, lo es la corazonada; el repentino sobresalto que nos avisa que un ser querido está en peligro; muchas veces, sentimos que algo nos ahoga y puede ser una auténtica premonición o es nuestra mala salud que nos hace insuficiente el aire por el alto colesterol, y no porque realmente tengamos aptitudes de videntes.
Hay otras formas de videncia: Necromancia, el estar en contacto con un espíritu que nos tiene al tanto de los acontecimientos; otra, es la famosa esfera de cristal donde el vidente asegura ver los hechos del futuro; dicha observación se puede dar en un vaso o cualquier recipiente con agua, o en la flama de una vela. Los astrólogos aseguran adivinar nuestro futuro observando el movimiento de las estrellas. Otros, con la Cartomancia, nos adivinan todo en la baraja, en el tarot; otros más, en las hojas de té, en los asientos del café y docenas de formas más.
Los más respetados son aquellos que al ver a una persona le dicen su nombre, las preocupaciones que lo llevan ante él y los planes y proyectos que lo están atormentando. Desde luego, el misterio lo rodea y no nos va a decir cómo sabe tanto de nosotros si es la primera vez que nos entrevistamos. Tal vez son cosas vedadas a nuestro entendimiento, o quizás solo sea secreto profesional.
Un vidente pretende decirte si hay un tesoro o un esqueleto humano en tu propiedad; suele decir quiénes entre los que nos rodean, son confiables. Los videntes son muy socorridos por la gente curiosa o en conflicto, o por aquellos que desean tener pleno domino sobre su futuro como muchos funcionarios, políticos y empresarios; por eso algunos adivinos se han hecho inmensamente ricos, porque reciben generosas cantidades y no digo nombres, pero usted sabe de videntes acaudalados que salen en la televisión. ¿Miento? Le recomiendo que lea “Los brujos del Poder”
Claro está, hay de videntes a videntes; los hay genuinos y los hay charlatanes; pero de que los hay los hay; lo difícil, es dar con ellos...
Y usted: ¿Cree en los videntes? ¿Ha conocido en su vida alguno verdadero? ¿Ha ido alguna vez a que le adivinen el futuro? ¿Lee usted los horóscopos?
En la historia de Anáhuac, o de cada pueblo de Nuevo León y México entero, se han registrado varios clarividentes. Sólo investigue o pregunte a los abuelos y ellos le harán una larga lista de nombres y hechos asombrosos que han dado origen a leyendas insólitas.
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