Uno de los males tan antiguos como la humanidad misma, ha sido la flebitis, las venas varicosas. Se ha creído erróneamente que es una enfermedad transitoria y muy propia de las mujeres embrazadas, que por el crecimiento del vientre se les obstruye la circulación en las venas que llegan a la base de la cadera. Pero no. Las várices la padecen también los hombres y no es transitoria; sino permanente. Incluso se dice que es hereditaria.
Muchas veces se dan remedios propios de la medicina tradicional como el hervir trozos de penca de maguey, beber el aguamiel de maguey y hasta comer quiote; pues todo lo relacionado con el maguey se considera apropiado para combatir esta deficiencia en la circulación. Buen intento...
Hay otras hierbas como la Hamamelis, que se reproduce en los bosques de Estados Unidos, en la Sierra Madre Oriental, Occidental y en Chiapas. Es un arbusto alto cuyas hojas, corteza y ramas se hierven hasta hacer un extracto y se destila con alcohol y agua. Cierra los poros de la piel, cura moretones y torceduras y en fomentos o compresas baja la fiebre. Los indios enseñaron a los conquistadores como curar con esta hierba las hemorroides, el flujo menstrual desordenado y contener hemorragias internas; por sus propiedades para contraer los vasos sanguíneos.
Pero uno de los remedios más efectivos contra las várices y sus hermanas las hemorroides, es el uso del castaño de indias. El castaño de indias es un árbol originario de Europa y que llegó a México como árbol para adornar calles y plazas públicas, ya que crece hasta treinta metros y al final de la primavera se adorna con hermosos racimos de flores blancas. Pero a pesar de sus usos ornamentales, ha sido más importante el uso medicinal.
Los turcos usaban su fruto para tratar las afecciones respiratorias de los caballos por lo que se le llamó también castaño caballuno, pero lo que lo hizo más importante fue que los indios preparaban un extracto de sus frutos y corteza para tratar las hemorroides y las varices. El extracto lo recetan también los homeópatas: doce gotas en medio vaso de agua y otro medio vaso de agua listo porque al tomar el extracto; es tan amargo que le arrebatará la lengua. Hay que enjuagarse la boca con el otro medio vaso de agua.
Las várices, se dice que es enfermedad propia del pueblo judío; no le extrañe si al consultar, el médico le pregunta si tiene judíos en su familia. Hereditaria o no, transitoria o permanente, las venas varicosas es un mal que azota a gran parte de la población; y de los remedios, el más solicitado es y ha sido el castaño de indias ya sea en pastillas naturistas, homeópatas o alópatas.
Como quiera, no busque el castaño de indias, el maguey o la hamamelis porque aquí se lo dijimos. Mejor: alópata, naturista o homeópata, pero...
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