DE MAL EN PEOR

Muchas veces, en los dichos populares encontramos palabras para describir cuando alguien va “de mal en peor”; que quiere decir: que huyendo de una, caes en otra; que vives tapando agujeros abriendo otros y así, es “el cuento de nunca acabar…”

Entonces, si la mujer huye de un marido que la tiene con hambre y cae en manos de uno que la alimenta, pero la golpea, entonces asoma la cabeza el dicho que reza: Saliste de Guatemala, para entrar a guatepeor...

Y si el hombre huye de una mujer desordenada para el aseo y cae en manos de otra desordenada en el gasto; o que huye de una mujer fea pero fiel para caer con una bonita pero que lo engaña; otra vez: Saliste de Guatemala, para entrar a guatepeor...–y así podríamos poner docenas de ejemplos.

Imaginemos un detenido que huye de una cárcel municipal para ser atrapado y caer en una penitenciaría. De una habría salido en cuestión de días; de la otra saldrá en cuestión de años. Es allí cuando el dicho popular levanta la voz para gritarle: Saltaste del sartén, para caer en la lumbre... Como el gato que huyendo de una pedrada, cae tras una barda donde lo espera un perro bravo: Saltaste del sartén, para caer en la lumbre...

El hombre es rebelde a su destino y huye de un agujero para caer en otro; le saca la vuelta a un bache para ir directo a otro y pasando de Guatemala a guatepeor, y de mal en peor; y saltando del sartén para caer en la lumbre se le pasa la vida entera sin considerar que nuestro paso por la existencia es a veces como el paso de un perro por rancho ajeno y mientras más corras, más te siguen...

Así es como caemos en el viejo juego de palabras de “No corras...” “Pos’ no me sigas...” Pero pues como reza un sabio refrán: Qué tanto has de correr que un día no te canses...

Y si vas de mal en peor, es porque te diriges por la vida con torpeza; y as,í pues: A dónde vas, que más valgas; si el que es maceta, no pasa del corredor... Si el que nació para buey, hasta la coyunda “lambe...” Si el que nace pa’ tamal, del cielo le caen las hojas...

Ya no vayas por la vida de pozo en pozo. Mejor calcula cada paso y ve despacio porque tienes prisa. Para evitar el guatepeor fíjate bien dónde pones el pie, dónde pones el ojo, dónde pones tu corazón, pues Más vale paso que dure y no trote que canse...