Un encuentro con las tradiciones vivas se da cada vez que observamos las prácticas ancestrales, aunque algunas hayan perdido su origen en el tiempo. Ejemplos: el Día de Guadalupe, Navidad, Noche de Reyes con su tradicional rosca del día siguiente, el Día de La Candelaria y pare usted de contar ya que hay tradiciones muy particulares en cada pueblo y no acabaríamos en este espacio.
Pero viene ya el mes de febrero y desde días antes del 14 empieza la propaganda comercial para que compre un regalo al amigo y a la pareja pues se festeja el Día de los Novios, que después el comercio extendió dándole el nombre del Día del Amor y la Amistad; el famoso Día de San Valentín. Pero, ¿desde cuándo se origina esta conmemoración? ¿Fue siempre tan comercial?
Pues va de historia. En el Siglo III después de Cristo, el Imperio Romano tenía un emperador –Claudio III-, que pensó que el hombre debía servir al Imperio en sus luchas de conquista y en sus luchas por sobrevivir a las amenazas del exterior. Entonces, concluyó que los jóvenes en edad militar no deberían desviar sus energías en la vida matrimonial. Todo aquel que estuviera en edad de ser soldado, debería ser soltero. Se llegó al extremo de prohibir los matrimonios. Los jóvenes de Europa estaban bajo la autoridad y amenaza del Emperador y tenían qué obedecer.
Pero un obispo cristiano llamado Valentín no estaba de acuerdo; sin embargo, bajo amenazas, tenía que suspender los matrimonios como fue la imposición a todos templos de Europa.
El obispo tenía como convicción que prohibir los matrimonios no era la medida pues lo más que se iba lograr, era que los jóvenes se juntaran en secreto y llevaran una vida de pareja sin la bendición de Dios. Entonces, empezó a casar parejas en la clandestinidad. Efectuó ceremonias nupciales en casas particulares y en sitios secretos para que las autoridades imperiales no supieran; pero la noticia se difundió, fue hecho preso y llevado al más alto tribunal como un conspirador rebelde al Imperio.
El Emperador Claudio III dictó sentencia y fue ejecutado públicamente el 14 de febrero del año 270. Los pueblos de Europa quedaron asombrados ante tal crueldad y con el tiempo, aquel obispo se elevó a los altares como santo, un santo dedicado a proteger el buen amor de las parejas. Desde entonces, el Día de San Valentín, es el día de los enamorados; no importa que en la tradición comercial se haya olvidado el origen de tal fecha: el martirio de San Valentín.
El amor es el primer estímulo de nuestra vida. Es el toque mágico que nos vivifica, que nos rejuvenece y nos hace desear seguir en este mundo. Para los enamorados de todas las edades y de todas partes del mundo, desde norestense les deseo que sigan pasando los días de San Valentín en compañía de salud y buen amor.
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