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HASTA QUE LA MUERTE LOS SEPARE…

No hay dicho más solemne que el que tocamos en esta ocasión porque encierra en sí una promesa muy seria, para algunos casi, casi, difícil de cumplir: “Hasta que la muerte nos separe…”

Cuando dos almas asoman en una mirada y simpatizan en un flechazo instantáneo de “amor a primera vista”, inmediatamente el uno desea estar cerca del otro. Por fin han encontrado su alma gemela, su media naranja. Por fin tienen frente a sí alguien por quien valdría hasta entregar la vida ante un altar, y ya no pueden estar lejos de aquel ser amado.

Él piensa que por ella es capaz de trabajar, es capaz hasta de bañarse y cortarse el pelo; es capaz bajar la luna y las estrellas para ponerlas a sus pies.

Ella piensa que por él es capaz de cocinar y lavar trastes (¡ah, qué difícil en estos tiempos! ) Que por él es capaz de vivir a pan y cebolla, que es capaz de ofrendarle su plato y alimentarse de sólo amor; pues cuando dos seres se quieren, con uno que coma basta.

Y allí van por la calle, tomados de la mano, prometiéndose el oro y el moro. Intercambiando besos y caricias pensando que son la pareja ideal, que como su amor no hay otro en el mundo, que van a cambiar y a refundar los conceptos que se tienen sobre el matrimonio.

Y un día, allá van, rumbo al altar… A escuchar los viejos dichos y consejos religiosos, de “hasta que la muerte los separe” y que jamás ley alguna podrá disolver su promesa porque las leyes son humanas y “lo que Dios unió, no lo separa el hombre…” ¡Ah, qué bonito! ¡Hasta me dan ganas de casarme otra vez!

Pero la realidad social, económica y el choque de opiniones, conceptos y planes fuera de realidad, vienen a dar al traste con aquel idilio. Cuando novia, la dormían a besos; cuando esposa, la despiertan a trancazos. Cuando novia le prometió ser un ama de casa ejemplar; como esposa empezó a defender sus derechos; a decirle que no era su criada; y con las suegras como mánagers, el romance se convirtió en un choque de trenes.

El sueño ha terminado… Bienvenidos a la realidad…

Pero si de verdad se amaron, harán a un lado las opiniones ajenas y tratarán de salvar lo que quede de su amor. Si lo logran, un nuevo concepto del amor de pareja ha nacido. Ese amor será eterno y ahora sí, estarán juntos en las buenas y en las malas…

“Hasta que la muerte los separe…”

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