La higuera es un árbol frutal que ha acompañado al hombre desde la prehistoria y se cree que fue uno de los siete frutales que Dios bendijo. Según la Biblia y creencias antiguas, es la higuera árbol de paz, símbolo de vida tranquila y prosperidad. Rómulo y Remo, los fundadores de Roma, fueron amamantados por una loba a la sombra de una higuera; también, fue consagrada al dios Baco y fue usada en las ceremonias dedicadas a este dios. Por todo esto, se le tuvo en gran estima en el mundo antiguo.
Durante la Edad Media se creyó que su sombra era dañina, que causaba dolores de cabeza y fiebre. Cayó en desgracia el aprecio de la higuera, y llegó a tenerse como causante de tragedias familiares. Incluso, dice el Nuevo Testamento que Jesús buscó entre las hojas de una higuera algún fruto, y al nada encontrar, la maldijo diciendo: “Nunca nadie más, coma fruto de ti...”
Se dice también que Judas El Iscariote se colgó de una gran higuera, por lo que se asoció con la traición y la falsedad. Se cree incluso que a su tronco sólo suben sabandijas y animales desagradables. Se ha creído que quien haga leña del tronco de una higuera, se volverá loco antes de un año.
Cuenta la leyenda que cuando niño, San Felipe de Jesús, era levantado en brazos por su madre mientras le decía: “¡Qué lindo mi niño…! Es tan bonito, que llegará a ser un santo...” La nana negra contestaba remolona: “Sí, un santo... Cuando la higuera dé flores...”
Felipe de Jesús creció, se hizo fraile y en su misión a Japón fue martirizado y muerto en tierras de China. Mientras moría en aquella lejana tierra, acá en México, la criada descubrió la higuera llena de misteriosas flores.
Corrió llamando a gritos a la madre de Felipe:
_ ¡Señora!, ¡Señora!” ¡Mi niño Felipe se ha convertido en santo...!
Pero la higuera es un frutal muy buscado porque resiste las zonas áridas y nos da dulces y jugosos frutos con los que también, tradicionalmente se han fabricado dulces, como en Lampazos de Naranjo, Sabinas, Hidalgo y Candela, como una herencia española.
Sus propiedades curativas, se dice, son las siguientes: Comido el higo en pasas, sirve de laxante por lo que la buscan mucho los que padecen estreñimiento; se dice que la leche de la higuera cura enfermedades de la piel y sobre todo, las verrugas. Tiene también propiedades esotéricas, pues se dice que su fragante olor aleja de las casas los malos espíritus.
Por estas tierras norteñas nunca falta una higuera en los patios; pues como no requiere riegos ni cuidados, se pueden tener frutos a bajo costo y esfuerzo.
Y a usted... ¿Le gustan los higos...?
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