La luna altera el agua de la tierra provocando las mareas y, como el cuerpo humano es setenta y cinco por ciento de agua, y animales, árboles y plantas en mayor o menor grado también contienen líquido, todos, como seres vivos que son, sufren la influencia del ciclo lunar. Esto ha sido el origen de muchas prácticas que rayan en la superstición aunque tengan un fundamento aparente.
1.- Cuando la luna se encuentra en su ciclo de Cuarto Creciente, también llamado luna tierna, es cuando los días son ideales para cortar árboles para los distintos usos. Se cree que la madera del árbol cortado en luna tierna es más duradera porque sus tejidos jamás se van a apolillar; si es cortada en cualquier otro ciclo lunar tienen que darle un tratamiento extra para que pueda resistir el paso de los años. Los campesinos, al cortar arbolillos para usarlos para una empalizada o una cerca, tienen buen cuidado de observar que la luna se encuentre del Cuarto Creciente hasta Luna Llena pues, si un solo día ha pasado, ya no confían en la durabilidad de los palos que cortarán.
2.- El cortar árboles tomando en cuenta los ciclos de la luna, se ha llevado también a otras costumbres entre mujeres, como el cortarse el cabello o las uñas. Una creencia regional es esperar la luna Llena para en ese día cortarlos para que crezcan más saludables, fuertes y brillantes.
3.- ¡Bien haya lo bien nacido, que ni trabajo da criarlo...! Este dicho está relacionado con una de las costumbres mexicanas más extrañas relacionadas con la luna, es con respecto a los planes matrimoniales. Antiguamente, se buscaba el ciclo lunar para aplicarlo a la fecha de la boda. Se creía que si la pareja concebía a la luz de la luna Creciente o hasta llegar a Llena, el bebé producto de aquella unión sería de una salud a toda prueba. Así que los padres primero veían el calendario antes de autorizar la fecha de la boda. Llegaba a darse el caso de padres que a la recién desposada, de la puerta de la iglesia, se la llevaban a su casa y no la entregaban hasta la llegada del Cuarto Creciente. ¡Pobre novio!
4.- Siempre se ha creído que la luna Llena tiene radiaciones especiales que enriquecen el agua para beneficio de la salud y se recomienda poner a la luz de la luna un contenedor de agua, abierto para que reciba los rayos lunares; y al día siguiente, se bebe de ella para combatir maleficios y enfermedades como migrañas y padecimientos crónicos como insomnio, presión arterial, nerviosismo y problemas cardiacos. Incluso “La dieta de la luna”, consiste en beber de esta agua y sin más alimentos desde las doce del día de luna Llena hasta el medio día siguiente para, con el influjo de la luna, bajar algunos quilos de peso.
5.- La luna Creciente vaticina en su posición lo que se puede esperar del clima en los siguientes días del mes. Dicen los hombres del campo que si la media curva de la luna está inclinada, es como un recipiente que está vaciando agua y por lo tanto, será un mes de muchas lluvias. Si por el contrario está descansando sobre su fondo, formando una “u”, lo que se espera es que la sequía continúe por el resto del mes.
6.- Se dice que la influencia de la luna también alcanza al mundo de los espíritus, por eso se cree que hay más incidencia de apariciones y manifestaciones sobrenaturales bajo la luna Llena. Mitos antiguos hacían creer que al llamado de la luna Llena, los vampiros humanos salían a chupar la sangre matando a sus víctimas, ya que eso los mantenía inmortales; los hombres lobos, involuntariamente se transformaban en bestias para devorar animales y cometer crímenes al amparo de la noche; las brujas salían a sus correrías nocturnas y una creencia muy generalizada es no llamar espíritus por medio de la Ouija durante luna Llena porque hay gran actividad en el mundo espiritual y andan por ahí muchos seres malignos que se pueden presentar a perturbar nuestra vida de manera permanente.
7.- ¡Qué linda luna pa’ dejar madres llorando...! un dicho muy mexicano que viene de la creencia de que al influjo de la luna Llena se exacerban las pasiones, el romance se sacude, profundiza en sentimientos, deseos, arrebatos amorosos; y al hechizo de una noche de luna Llena, muchas parejas han decidido resolver su relación de una buena vez y para toda la vida, sin más testigo que la luna y sin más cómplice que el azul profundo de aquella noche que han de recordar entre suspiros para el resto de sus vidas. ¡Ah, el amor...!
Luego, ya maduros, han de volver a escuchar el viejo dicho y correrán a hacer guardia a la ventana de sus hijas cuando algún gandul grite por ahí: ¡Que linda luna pa’ dejar madres llorando...! porque al paso del tiempo: El que la hace, la paga, o cuando menos la abona...
8.- La pesca y noches de luna: Generalmente el pescador de nuestros ríos y presas va recolectando sus piezas y las va atando en algún cordón y colgando en alguna rama para que no se ensucien de polvo; o si trae lancha, los va poniendo en la cubierta. Pero si es noche de luna, ya sea fines de creciente, llena, o principios de menguante, procura no exponerlos a los rayos lunares por un tiempo prolongado porque los pescados se les van a pudrir en forma acelerada. Hay que taparlos. Incluso se cree que los peces tienen poca actividad en las noches de luna porque la mayoría se ponen a buen resguardo de las radiaciones lunares ocultándose bajo las piedras del fondo o en sus cuevas por los barrancos.
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