Los dichos populares son distintos a los refranes porque estos últimos encierran una sentencia, una lección que no pierde actualidad ni validez así pasen cien generaciones; en cambio, los dichos del pueblo, contienen más frecuentemente una chispa humorística que le da sabor especial a la plática común en nuestros pueblos norteños.
¡Arriba Lampazos que también tiene kiosco y cuando llueve da toques...! Es una forma de presumir que también en San Juan hace aire...
A veces se da el reto siempre con toque de gracia y humor cuando escuchamos: ¡Me,’ me,’ qué tamaña mugre...! o cuando reafirmamos nuestra supremacía diciendo: ¡Mira, mira…! pos’ ¿cuando ha podido la mugre con el jabón? o aquello que de plano ya calienta, cuando nos dicen: “¡Ya cualquier liebre descuerada nos quiere brincotear!”
Cuando se da una pequeña discusión y alguien quiere darle un giro más sano para que no desemboque en violencia, la risa estalla cuando un tercero se mete en medio para suplicarles: ¡En la cabeza no, porque está estudiando...! O el mismo que espera la agresión suplica cubriéndose la mollera con ambas manos: ¡En la cabeza no, porque tengo granos!
Los dichos de cada pueblo ponen salsa a la plática con el hombre de nuestras calles y es tarea de quien desea capturar el espíritu colectivo, el caminar por calles, colonias y comunidades en un viaje por el alma del pueblo con el fin de recopilar todos estos usos del lenguaje para que no se pierdan en el olvido.
Así como algunos espontáneos nos han enviado refranes del pueblo, los invitamos ahora a que nos envíen los dichos populares para enriquecer aún más la temática de norestense.com.
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