Hay un mal que ataca a las gallinas, llamada tradicionalmente la pipitilla. El ave empieza a enronquecer, a soltar flema, a doblar repetidamente el cuello hacia atrás en el afán de tomar aire, a mostrar síntomas de ahogo e inapetencia, hasta llegar a la muerte.
Nadie sabe de donde se ha sacado un remedio tan cruel que se ha aplicado desde tiempo inmemorial a las gallinas, que consiste en abrirles el pico y arrancarles el pellejo que cubre la lengua. Si se usa como remedio, tal vez tenga algún buen efecto, y si la gallina muere, al menos se espera salvar una que otra, pero el animal, con la lengua despellejada y sangrante, tal vez padezca tanto, que se olvide de lo que lo hacía sufrir.
A este programa de Costumbres y Tradiciones, ha llamado un anahuaquense para compartirnos una experiencia: Su abuelita, una vez que se desencadenó una epidemia de pipitilla, le dio a sus gallinas agua de palo azul, un remedio que se puede encontrar en cualquier yerbería. Los trocitos de madera se ponían a remojar en el agua que beberían las gallinas y durante muchos días, se dio una gran mortandad; pero a su abuelita, no se le murió ninguna.
En todo caso, cuando a usted le preocupe salvar a sus aves y demás animales de corral, aunque le cueste un poco, consulte a un veterinario y atiéndalas con medicamentos apropiados para evitarles un sufrimiento innecesario; porque como decimos siempre en esta cápsula de Medicina Nativa: mejor...
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