Usted está aquí

NOMÁS LE DICEN MI ALMA...

La palabra “alma”, se ha usado mucho en los dichos del pueblo cuando se quiere exagerar, cuando se quiere llegar a lo último de lo que uno pueda explicar. Es fácil imaginar lo que se quiere decir cuando a una muchacha se le dice en un piropo “mi vida”, pero el requiebro va mucho más allá cuando se le dice: “adiós mi alma...,” “adiós alma mía...,” no estamos involucrando sólo la vida –que ya es mucho comprometer- sino hasta nuestra misma eternidad. El hombre que usa este piropo, ¿sabrá lo que dice?

Pero una de las expresiones populares que más me gustan es cuando se explica cómo el hombre ha llegado al colmo del cansancio, a lo último del agotamiento. Tal vez por el trabajo intenso, tal vez por una enfermedad; pero cuando el ser humano anda ya “arrastrando la cobija” “cacheteando el pavimento”, se dice muy acertadamente: “¡anda que ya no puede ni con su alma...!

Pero usar el alma para el coqueteo es peligroso porque hay muchachas muy creídas que luego, luego, se enrolan con el primero que les tira un pial(lazo). Así, se dice que “son como el cordón del tendedero, en cualquier gancho se atoran”. Y como no son muy exigentes, “en cualquier charquito lavan y en cualquier mecate tienden”. ¡Qué buenas son estas mujeres!, nomás les falta no saber comer para que nos salgan todavía más económicas y perfectas. La verdad, son mujeres muy sencillas, muy simples; son de aquél tipo de mujeres que no entienden; que “de favor la abrazan y todavía quieren que la aprieten”; que “nomás le dicen mi alma y ya quieren casa aparte”. ¡Ah, qué peligrosas son...!

Un buen consejo en esta sección de Dichos del Pueblo, es que mejor “le tanteen(medir,calcular) el agua a los camotes”, que piensen primero antes de abrir la boca; que “no anden prendiendo fuegos que luego no puedan apagar...;” no sea que luego encarrilados con una mujer aventada ya no puedan parar y luego anden con que “la múcura está en el suelo y mamá no puedo con ella” o como decía mi mamá, doña Juana Ballesteros, un dicho que llegué a entender hasta que tuve uso de razón, un dicho que encierra muchos problemas, cuando la mujer reclamaba al hombre: “‘ora me cumple o me deja como estaba....” ¡Ah, caray...! ¿Qué querrán decir? Yo..., no se si finjo demencia, o todavía no entiendo...

Dichos del Pueblo, sabiduría ancestral con que nuestros abuelos nos educaron y nos hacían entender la vida con razones simples pero llenas de sabiduría. Si tiene usted un dicho popular que nunca hayamos tocado en ésta su página, háganoslo llegar y llenos de agradecimiento, aquí lo publicaremos.

Norestense fue desarrollado en Drupal

Funciona con Drupal