Dice el refrán que “de músico poeta y loco todos tenemos un poco”. Pues bien que es cierto. Todos en un momento de nuestra vida nos ha dado por hacer versos; y con ello, creemos que estamos haciendo poesía. La poesía no es sólo verso, es esencialmente figura literaria, construcciones de ideas que buscan expresarse con belleza.
Pero es en la escuela Primaria cuando nos encontramos con los primeros versos ingenuos que creemos son poesía. Desde tiempo inmemorial se confeccionan y se coleccionan versos tanto en primaria como en secundaria porque se está en edad de descubrir los sentimientos amorosos, y se está en edad de descubrir una forma especial para manifestarlos.
Antiguamente, ya se pasaban de mano en mano entre los escolares estos versitos pretendidamente románticos:
Por ser el primer beso
que de mis labios recibes
tómalo como un presente
para que nunca me olvides…
Por ser el primer verso
que de mi mano recibes
tómalo como un presente
para que nunca me olvides…
Si quererte es un delito
un delincuente seré
iré a cadena perpetua
pero siempre te querré…
Quiero dejar de amarte
dejar de pensar en ti
y dejar de recordar
lo que contigo viví…
Si al llegar la Navidad
sientes tristeza en tu vida
recuerda que en la distancia
hay alguien que no te olvida….
El amor nace de una mirada
se conserva en la ilusión
se mantiene de los celos
y muere de una traición…
Que triste se ve la luna
cuando una nube la empaña
más triste se ve una mujer
cuando un hombre la engaña…
Nunca creas en las mujeres
cuando las veas llorar
pues solo usan el llanto
para poder engañar…
¿Qué tal, eh…?
Parece difícil que este tipo de inspiración atrape a un niño que apenas empieza a descubrir ese sentimiento siempre nuevo, que todos llamamos Amor. El Amor es siempre niño porque nace en cada uno de nosotros, y cuando en nosotros muere, ya está renaciendo en otro pecho. El Amor es siempre niño porque no puede decidir a donde lo llevarán; es siempre loco, porque no entiende de razones.
Los versos escolares son tan tradicionales, que desde la infancia de nuestros abuelos ya muchos de los que hoy circulan estaban en uso. Los mismos sentimientos, los mismos motivos de inspiración, los mismos versos, el mismo viejo Amor; que nunca será un desuso porque cuando nosotros lo dejamos, otras manos lo levantan y seguirá por siempre en uso.
Tenía en la Preparatoria 24, de la UANL, un alumno muy inspirado –Gabriel Eduardo García-. Como buen adolescente, sus motivos de inspiración eran todavía ingenuos. Me pidió que lo iniciara en la poesía y lo llevé por los caminos de la métrica, la rima, el ritmo y sobre todo, la belleza de expresión a base de muy elaboradas figuras literarias. A unos cuantos meses, de su poesía primigenia casi no quedaba nada.
He aquí una de sus creaciones:
Pasó presurosa
vestida de brisa
sandalias de arena
esplendorosa faz.
Cascabel su paso
cantar en sus labios
rumor fresco y suave
bailaba en su voz
Con ojos de musa
radiante pasó
el cielo en su pelo
la luna en su trenza
pasó presurosa
aquella mujer
Vestida de niña
con aire de dama
un aire apacible
¡Qué bella mujer...!
Y usted… ¿recuerda los versitos escolares que coleccionó de niño?
Norestense fue desarrollado en Drupal