El dicho de esta ocasión nos recuerda lo difícil de las relaciones humanas; sobre todo, entre padres e hijos.
La mayoría de las veces, los padres señalan los caminos que hemos de seguir para que nos pueda ir bien en la vida. Sin embargo, en ejercicio del libre albedrío, nos rebelamos y tomamos sendas distintas y entramos en franca lucha con nuestros padres, que sin darse por vencidos, insisten en arrastrarnos a los caminos del bien.
Llega el momento, en que el adolescente, hombre o mujer, reniega de aquellos padres tiranos y busca el refugio del abuelo; quien echando mano de la sabiduría acumulada en una larga vida, sentencia lleno de conocimiento:
_ No, hijo, tus padres no son malos. Lo que sucede es que “quien bien te quiere, te hará llorar...”
“La juventud es un mal que el tiempo cura”, y alguna vez, pasada la etapa de enfrentamiento, de rebeldía, podremos asimilar esas sabias palabras y llegaremos a comprender otro dichos que hemos escuchado: “Sólo te puede dar razón del camino, aquél que lo tiene andado…”
No cabe duda: “Más sabe el Diablo por viejo, que por diablo…” y debemos dejarnos conducir de la mano de nuestros mayores por los caminos de la vida. Que, desgraciadamente, hay otros padres que empujan a sus críos por el mal camino y beben y fuman con ellos, y hasta les dan dinero para mantener sus vicios. En ningún ejemplo cabe más el dicho aquel que reza: “Tanto quiso el Diablo a su hijo, que hasta le sacó un ojo…” o aquel otro que nos dice: “Para una madre, no hay hijo malo…” -por eso, muchas veces, hemos visto como entre más perdido en el vicio y la delincuencia está un muchacho, es más defendido a capa y espada por su madre.
Alguna vez, ese hijo se volverá contra sus mayores y escucharemos el dicho aquél: “ Cría cuervos, y te sacarán los ojos...”
Entre tanto dicho popular, yo me quedo con el primero; que es más profundo, más aleccionante. Y pasado tantos años, aún agradezco a mis padres sus regaños y “algún azote a tiempo” que me encauzaron por el buen camino: porque...
“ Quien bien te quiere, te hará llorar...”
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