Cuando vemos los jardines de los hogares de Anáhuac y Lampazos, observamos que por el césped y al pie de las plantas se colocan estratégicamente envases cerrados de medio o de un galón de agua. Al preguntar por dicha costumbre, la gente me informaba amablemente que era para que perros y gatos no ensuciaran y secaran con su orina las plantas; y me aseguraron que funciona.
Al preguntar al M. V. Z. Martín Muñiz Zamarrón, maestro de la Preparatoria 24, encontré la razón científica de esta costumbre. Me explicó:
"A los animales, su instinto les dicta que no deben ensuciarse donde comen; ni deben orinarse donde beben, así que se retiran a satisfacer sus necesidades lejos de donde alguien les puso agua."
Qué lástima que el hombre sí ensucia las aguas y tierras que le dan alimento. Ojala y así como los animales, tuviéramos el saludable instinto para conservar nuestro mundo.
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