Enviado por rafael olivares b el Vie, 03/05/2010 - 08:05
Vivía solo en aquella casa de la calle Mesillas de la colonia Revolución en Anáhauc, Nuevo León; pero un compañero de trabajo me pidió alojo a cambio de una renta. Le dije que no tenía caso un alquiler, que yo estaba acostumbrado a vivir solo desde que mi familia había partido a Monterrey pero eso no era saludable, así que con que me hiciera compañía era suficiente. La pasábamos bien porque era una bonita amistad. Martín fue músico y con su voz y su guitarra pasábamos los ratos libres muy divertidos cantando a dos voces.
Enviado por rafael olivares b el Vie, 03/05/2010 - 07:57
En mi pasado viaje a Yucatán, tuve encuentros con las tradiciones vivas y ya contamos aquí las creencias acerca del Alushe, una especie de duendecillo guardián de sembrados, patios y negocios. Pero hay otras creencias que hablan de guardianes de los sitios sagrados, cuyo encuentro puede resultar una experiencia difícil de olvidar.
Enviado por rafael olivares b el Mié, 03/03/2010 - 11:53
Uno de los males tan antiguos como la humanidad misma, ha sido la flebitis, las venas varicosas. Se ha creído erróneamente que es una enfermedad transitoria y muy propia de las mujeres embrazadas, que por el crecimiento del vientre se les obstruye la circulación en las venas que llegan a la base de la cadera. Pero no. Las várices la padecen también los hombres y no es transitoria; sino permanente. Incluso se dice que es hereditaria.
Enviado por rafael olivares b el Mié, 03/03/2010 - 11:43
La primavera se acerca y tras el 14 de febrero, todo huele a amor... Así pues, en estos días de los enamorados, es el amor lo que nos ocupa. El amor: que no se pide, que no se suplica, que no se fuerza, que no se implora ni con gritos ni con lágrimas; porque cuando se da, se entrega generosamente y sin mucho razonamiento. El amor siempre niño que no aprende las lecciones que la vida le da, el amor siempre loco porque no entiende de razones.
Enviado por rafael olivares b el Mié, 03/03/2010 - 11:36
La trucha fue una cuchillita curva que se usó mucho entre los zapateros para cortar suela. La trucha estaba siempre bien afilada, por eso se usó el decir que para estar siempre listo había que estar siempre bien trucha. “Ponte trucha” “…Me puse trucha, si no, me ganan”. Aquél es “bien trucha”, -eran dichos que significaron ser inteligente, estar siempre en guardia, siempre listo a responder.
Páginas