Enviado por rafael olivares b el Jue, 04/21/2011 - 11:53
Hay personas que han trabajado toda su vida y un día llegan hasta a desear tener un accidente que los obligue a guardar cama, para por fin descansar... Una vez que les cae la enfermedad o el hueso quebrado, tras descansar cuatro días les gana la desesperación y descubren que no hay mayor dicha que la salud y el trabajo.
Enviado por rafael olivares b el Jue, 04/21/2011 - 11:49
La aventura que empecé con Norestense.com me llevó a conocer el Valle de San Quintín, de Ensenada, Baja California. Fui contactado por personal de la delegación local del Instituto de Cultura de Baja California para impartir un taller de creación literaria entre maestros de primaria, secundaria, preparatoria y escuela comercial. El trabajo de orientarlos en la narrativa, poesía, crónica, etc, fue sobre ruedas gracias a que los talleristas en verdad tienen interés por escribir y perfeccionarse con fines de publicar.
Enviado por rafael olivares b el Dom, 03/13/2011 - 20:47
El hombre trabajador siempre tuvo un momento de descanso para tomar sus sagrados alimentos. Para esto, siempre contó con una abnegada madre o una esposa que fielmente le preparaban su comida para llevar, conocida popularmente como “lonche”. Y salía de casa llevando la vida en una bolsita. Una vida sencilla, pero deliciosa; y un amor declarado en ricos tacos de harina o de maíz, que envolvían el aromático chorizo con huevo, los frijoles con chorizo, las papas con huevo, o a veces, trocitos de carne preparada en salsa o pico de gallo.
Enviado por rafael olivares b el Dom, 03/13/2011 - 20:44
Era el año de 1964, en la escuela Eutimio González me estrenaba como profesor de instrucción primaria y aquél trabajo se ubicaba al extremo norte de San Nicolás de los Garzas
Enviado por rafael olivares b el Dom, 03/13/2011 - 20:40
Hoy tenemos la oportunidad de hablar del “innombrable”, de aquél cuyo nombre se evita porque según creencias con tan sólo mencionarlo es una invocación formal.
Así pues, muchos le llaman el engañador, la serpiente antigua, y entre algunas sociedades y sectas está prohibido hasta decir “diantre” porque se considera esta una forma de llamarlo.
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