Enviado por rafael olivares b el Dom, 07/18/2010 - 16:02
“Cuando no llueve, nos llovizna...” Pocas veces nos acordamos tanto de este dicho como en estos días, en que los calores se fueron para dar paso a tantos días de nubes y lluvias que han llenado casi todas las presas del país y nos mantiene todos los días en humedad constante ante la protesta de las madres, que no pueden lavar ropa; y los escolares, que llegan todos los días con los zapatos enlodados.
Enviado por rafael olivares b el Lun, 06/21/2010 - 11:44
Por los días en que se recuerda a los difuntos, muchos dichos del pueblo le ponen folclor a estas fechas. Uno de los más socorridos refranes es aquel que nos recuerda que la función debe continuar, que una vez que un ser querido se va nos debemos aprestar a continuar la vida; porque ya que pasaron velatorio, sepelio, novenario y el dolor se ha ido apagando, estamos listos para levantar el vuelo otra vez. Es allí cuando la gente dice: “ El muerto al pozo y el vivo al gozo”
Enviado por rafael olivares b el Mar, 05/25/2010 - 11:51
En la tradición de los pueblos, se le llama “cuajo” a la glándula biliar que reside en el hígado. La bilis es una secreción hepática que se acumula en la bolsita llamada glándula biliar y cuyos fluidos tienen como función el controlar las grasas que vienen en los alimentos. El “cuajo” o glándula biliar de las cabras, se usa para “cortar” la leche y acelerar sus condición para la fabricación de quesos y otros derivados.
Enviado por rafael olivares b el Mié, 04/21/2010 - 22:13
Hay dichos que son frecuentes; otros, no lo son tanto. Hay unos de aplicación constante; otros, no creemos que la ocasión se pueda presentar alguna vez en nuestra vida. Este es uno de ellos.
No basta quitar de enfrente los objetos queridos para que se les pueda olvidar; hay qué arrancarlos del alma.
Enviado por rafael olivares b el Lun, 03/22/2010 - 10:12
Tántos dichos que hay para recordarle al hombre su impotencia ante muchas situaciones de la vida. Si alguien presume que ha de comprar algo para lo que el dinero que no le alcanza, no ha de faltar quien le recuerde: “Pos´ con qué chiflas desmolao’...” Pero el ingenio ha inventado mil refranes para la impotencia y el mismo hombre se chotea con todo aquello que no podrá nunca alcanzar.
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