Este fin de semana fui a casa de mis abuelitos y les mencioné que el profesor Rafael, quien imparte la materia de Español, me encargó de tarea que preguntáramos a alguien sobre una leyenda; de preferencia a nuestros abuelos, ya que ellos tienen mucha experiencia con respecto a esas historias.

En febrero de 2004, desde este espacio convocamos a los inspirados cantores de Anàhuac, para que compusieran un corrido a los acontecimientos de aquél 23 de enero, cuando se sufrió el ataque de un poderoso comando armado que dejó tres muertos y doce heridos -según datos de la prensa nacional que ese día aciago se hizo presente en nuestro pueblo-. El objetivo de esta invitación fue para cultivar otra vez la olvidada costumbre de registrar en verso los acontecimientos que por trágicos, jamás se han de olvidar de las memorias del pueblo.

El achiote es un colorante y sazonador sabrosísimo en la carne de pollo aunque también se usa en carnes de borrego, ternera y demás carnes suaves. Pero el achiote fue una planta tropical muy usada por los mayas y aztecas desde tiempo inmemorial, en aplicaciones medicinales y de otro tipo.

La frase “Luna de Miel” se refiere al primer mes de un matrimonio, cuando la nueva pareja se encierra para vivir las primeras experiencias de un amor que han de compartir hasta el fin de sus vidas. Esto, cuando menos, es el propósito de la vieja promesa.

Es muy común que el hombre ignorante se meta en trinchera ajena, o sea, en pleitos que no son suyos. Cuántas veces escuchamos hablar mal o referirse con desprecio de una persona, y cuando preguntamos:

_ ¿Pos’ qué te hizo...?

Nos contestan: _No pos’ me contó Fulano, que dijo Sutano, que le platicó Perengano, que a Mangano de Tal le cae “gordo” porque es muy “apretado...”