Enviado por rafael olivares b el Dom, 09/13/2009 - 12:25
Por siempre han existido los bandidos, delincuentes que en grupo han asolado poblaciones sin que la autoridad pueda hacer algo efectivo contra estos grupos delictivos. Quién no recuerda las gavillas de bandoleros, asaltantes de caminos que acechaban por las veredas viejas del Siglo Diecinueve y principios del Veinte. Algunos eran simples asaltantes, otros se decían guerrilleros cobrando una cuota revolucionaria pero ambos, con causa o sin causa, se dedicaban lo mismo.
Enviado por rafael olivares b el Dom, 09/13/2009 - 12:12
Esta crónica, es un trabajo realizado por el buen amigo de este programa: don Josué Palomares López, inédito cronista de Anáhuac.
En los inicios del Sistema de Riego 0 – 4 y por muchos años, los agricultores, aunque vivían del algodón como cultivo principal, sembraron maíz para la elaboración de las tortillas, pero también era usado para alimentar a los cerdos, las bestias y las gallinas.
Enviado por rafael olivares b el Dom, 09/13/2009 - 12:03
Cuando vemos los jardines de los hogares de Anáhuac y Lampazos, observamos que por el césped y al pie de las plantas se colocan estratégicamente envases cerrados de medio o de un galón de agua. Al preguntar por dicha costumbre, la gente me informaba amablemente que era para que perros y gatos no ensuciaran y secaran con su orina las plantas; y me aseguraron que funciona.
Enviado por rafael olivares b el Dom, 09/13/2009 - 11:50
Una de las más bellas tradiciones mexicanas lo es sin duda la serenata. Llegar ante una ventana a manifestar nuestro amor entre música y sentidos versos es algo que nos llena de emoción, a la festejada de orgullo, y a los extranjeros de asombro.
Enviado por rafael olivares b el Dom, 09/13/2009 - 11:32
No hay muestrario más florido en el ingenio popular que el arte del piropo, el requiebro, el echar flores para halagar a una muchacha con el fin de agradarle.
Hay un requiebro muy español que reza: “Bendita sea la tierra donde nació el árbol del que sacaron la madera con la que hicieron la cuna para mecerla a usted... ¡preciosa!” –Lo malo es que cuando el piropo acaba, probablemente la muchacha ya va a dos cuadras.
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